César
Vallejo
Hay variadas interpretaciones de Vallejo, entre huraño,
cierto apego a lo revolucionario, pocas situaciones de felicidad, juerga
con los amigos, visionario, enamorado; pero, sin duda un escritor de la
vida, sus concecuencias y el comportamiento entre sus semejantes.
Entre 1913 y 1917 se define su veta creacionista y sus letras son leídas
por adultos y niños, con una variedad de obras que abarcan muchos
aspectos sociales. Antenor Orrego hacia el 1914, descubre en su interior
y en sus letras algo que aún Vallejo no ha utilizado y le dice
que exprese su escondida sensibilidad humana; a lo cual Vallejo le responde
que "se han desvanecido todas mis vacilaciones y marcharé
seguro de mi mismo contra todas las vacilaciones, contra todas las contras"
César Vallejo, recorrí tu casa sembrada de recuerdos fértiles,
entre gotas de barro y cañas sumergidas en sus paredes. Salí
a tus campos y desde las alturas del San Cristobal aprecié tu Santiago
de Chuco, con más casas que en tu tiempo, en las serranías
concluidas, las espigas del trigo de amarillo oro entonaban tu canción
reproduciendo tus palabras al son de la brisa, los animales pastaban y
los niños subían por las huellas de tierra con sus bolsos
de la escuela; en más de un cuaderno llevan tus poemas de vuelta
de sus clases en donde te declamaron. Una nube blanca parpadea en el cielo
como espumas flotantes diciéndote, te quiero. Curvas circundantes
se clavan en la tierra atravezando quebradas que galopaste entre la floresta
dejando tus sones entre el silencio, se escuchan tempranos a través
del tiempo. Poeta, he llegado a amarte, con tus poemas directos, por el
sufrido intelecto. Hasta las piedras hablaban de ti en MarcaHuamachuco,
de tu vida y niñez, empapando tus mensajes desde el amor a lo sufrido.
Se anunciaba la mañana, te anuncié a los 36 países
que quieren adorarte con prosas del alma y quieren cantarte desde las
distancias. Las sierras recibieron este mensaje presente y me diste tu
imagen para los que quieran quererte.
Subí a las alturas, en donde el oxígeno faltaba, mi jadeo
era sincero, porque ahí, junto al cielo, sentí tu presencia
de hombre pleno. Como hubiera querido que en estas sierras
benditas estuviera tu cuerpo de aquella muerte en Francia, para derramar
mis lágrimas en tu tumba desde mi alma con tu bandera peruana.
Te traje el mensaje de más Poetas que te admiran, de
más palabras que no hieren y te acarician. Son, los Poetas del
Mundo que se acercan a tus huellas dejándote impresiones en una
obra impresa, te aman facilmente al saber de tus letras, al caminar por
tu pasado e indagar tu legado trasladándote al presente. |
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