Este poema explora el acto de escribir poesía como una transmutación emocional y espiritual. En la tradición latinoamericana, especialmente en voces poéticas como la de Neruda o Mistral, la poesía es vista como un puente entre lo íntimo y lo universal. El poema alude a la capacidad del ser humano de transformar el dolor en belleza, y de encontrar esperanza incluso en los contextos más áridos —como un desierto o un río tormentoso. La imagen de “tocar las estrellas” refleja también una idea presente en muchas culturas originarias: que lo divino y lo celeste están siempre al alcance del espíritu abierto.