Marina Aoiz Monreal

 

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marinaoiz@hotmail.com

           
                       
   

Poesía


Mil Poemas a Miguel Hernández
Sed de mañana

El ojo percibe la impetuosa ola del viento.
Sales al encuentro de una atmósfera nueva,
del color violeta de la boca
cuando acoge al huésped de la fiebre.

Sobre la viga de roble
alumbran la tarde las glicinas.
La tarde,
coronada de un perfume a tierra
que asciende de los huertos
y los diamantes de las acequias,
celebra la lectura de las hojas tiernas
y permite la simiente de la dicha
en las pupilas de las acróbatas.

Nos acercamos a la vida clara,
lejos de la ceguera
y del crujido insolente de la bestia.
Apostadas en la piedra
crudamente cincelada,
se desencadena la lluvia
que aguardábamos sedientas.

Al fin gotea lo no oído.
Si cierto es que el hombre
construye un ataúd
con la madera del violonchelo,
también lo es que advierte
un abrazo en el néctar del bosque.
En el lugar donde los últimos zapatos
demuestran ser cortezas,
el penal de ruiseñores moribundos,
abre de par en par
los postigos de cuarzo y malaquita.

Cautos observamos
el despertar del lirio en la garganta
con un cuerno,
un tintero,
un monaguillo
y un collar de cencerros arrebatados.

A pesar de la lluviosa pena de los retratos,
para las hijas e hijos
será la paz que forjas
con trigales temblorosos,
en la pleamar de los caballos
y la luz de los lagartos.
Por eso persistimos
y escribimos a la tierra profunda
los libros de tus rosas.

No te arrimes al tronco amargo, Miguel.
Del huerto de tu corazón,
brota un naranjo alegre
y ya no lloras tanto.

Desde la abierta ventana
escuchas el oleaje del viento.
Respiras esta atmósfera nueva
para la sed de mañana.

Mil Poemas a César Vallejo

¿Y la forense diéresis, la mano (…)
I
Pues qué te voy a contar.
Dijiste profesor de sollozo a un árbol.
A su sombra me senté a merendar
en una infancia inventada
o rota por los clavos oxidados.
Tétanos. Tifus. Morían nuestras mejillas
con las magdalenas untadas en café con leche.
Toda la infancia
cabe en una bota katiuska, la del pie izquierdo.
A escondidas me desangro en puro llanto
con las manos recosidas
y las rodillas llenas de alambre.
Se fueron
seguidos de un tropel de puntos suspensivos.
Se fueron envueltas en túnicas blancas
y flores de comulgada.
Hermanitas de las aguas,
tomad mi mano cuando llegue la hora
y llevadme al lugar
donde no crezcan las murallas, triste y pequeña.
II
Estamos salvadas. Tan ligeras.
Plumas de gansas. Aéreas.
Ganbare!Ya falta menos para concluir la tarea.
Por eso nos morimos tanto.
Cómo aprender las lecciones
de agua y tierra. En la confluencia
del soplo y el hueso. Picoteando
granos de trigo y avena.
¿Envenenadas? Para nada. Ganbare!
Ganbare!, amigas, amigos tiernos.
Morimos y sorprendidas,
abrimos cada día
nuevos ojos a este mundo extraño,
humildes como escolares cabizbajos
en el pupitre asirio. Gracias, Maestro.

         

Biografía

Marina Aoiz Monreal (Tafalla, Navarra, España, 1955) estudió Ciencias de la Información en la Universidad de Navarra; Mitología en la Universidad de los Andes en Venezuela; y Gemología en la Universidad de Barcelona, entre otros aprendizajes.

Ha publicado los poemarios La risa de Gea (1986); Tierra secreta (1991); Admisural (1998); Fragmentos de obsidiana (2001); El libro de las limosnas (2003); Edelphus (2003); Hueso de los vientos (2005); Don de la luz (2006); Donde ahora estoy en pie frente a mi tiempo (2007); Hojas rojas, (2009; Códigos del instante (2009); El pupitre asirio (2011); Islas invernales (2011); y Génesis (2011).

En narrativa, es autora del cuento bilingüe La tribu del Perenquén (1999) y de las recopilaciones Mujeres en la cultura. Zona Media (2007); Mujeres, Poética del agua (2011); y Mujeres necesarias en la necesidad. Zona Media (2011). Ha colaborado en varios libros de investigación sobre naturaleza, arquitectura rural e historia de su localidad natal.

Parte de su obra poética está recogida en más de treinta antologías y otras publicaciones colectivas como las Antologías Bilaketa de Poesía, Aoiz, Navarra (1986 y 1992); Al aire nuevo, México (2001); Mujeres poetas en el País de las Nubes, México (2001); Las poetas de la búsqueda. Antología de Poesía de Jaime D. Parra, Zaragoza (2002); la Trilogía poética de las mujeres en Hispanoamérica. Pícaras, Místicas y Rebeldes, México (2004); Homenaje a Ángel Urrutia. Universidad Pública de Navarra, Pamplona (2005); Versos del Mundo. Antología de Poesía Cuadernos de El Financiero, México (2005); Antología de poesía Iberia polyglotta, Alemania (2006); el libro Murallas abiertas. Encuentro de poesía Ávila-Navarra. Universidad de Salamanca-Universidad de Navarra. Salamanca (2007); Mapa infantil para un Juego de Damas, editado por la Plataforma de Organizaciones de Infancia (2009); o Nueva poesía en el viejo reyno. Ocho poetas navarros. Ed. Hiperión (2012).

En su trayectoria literaria he recibido premios de poesía y narrativa, en Asturias, León, Aragón, Andalucía, Extremadura, Madrid, Euskadi y Navarra, entre ellos el Premio a la Creación Literaria del Gobierno de Navarra, en los años 1986 y 2003; el Premio Internacional de Poesía “José Verón Gormaz” de Calatayud (Zaragoza) en 2010; o el Premio “Leonor de Córdoba” en Córdoba, en el año 2011.